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Ajo
Nombre científico: Allium sativum L. Fam. Liliaceae
Nombre vulgar en español: Ajo
Características: Originario de Asia, Europa y el Mediterráneo, hoy en día se cultiva prácticamente en todas partes. Se ha utilizado desde tiempos inmemoriales en numerosas y variadas formas. Alcanza una altura de 1.5 m. Sus bulbos están compuestos por dientes agregados que al macerarse despiden un fuerte olor. Sus hojas planas son alargadas como cintas y sus flores verdosas o blanquecinas ubicadas en cabezas blancas. La llamada cabeza de ajos es un bulbo compuesto, formado por un conjunto de bulbos más sencillos, el tallo principal de la planta es muy corto y produce hojas fusionadas por sus márgenes formando túnicas, las hojas que salen del tallo principal no son carnosas, sino delgadas.
Parte utilizada: Los bulbos o dientes.
Usos: Utilizado en enfermedades respiratorias como tos, anginas, asma, garganta irritada, ronquera, bronquitis; problemas de infecciones en la piel, dolores de espalda, cabeza, musculares y de oídos. Uno de sus principales usos es combatir los parásitos intestinales. Se cree que es un excelente hipotensor, sedante nervioso, excitante, estimulante, eficaz medio de prevención contra contagios y enfermedades de toda clase; además de ser antibiótico y estimulante del sistema inmunitario. Asimismo, se utiliza contra várices, reumatismo, nervios, insomnio, anemia, caries y afecciones del corazón.
Remedios Caseros:
Bronquitis: Rebanar una cebolla morada o blanca y 20 dientes de ajo. Se colocan en un recipiente de vidrio y se bañan con una taza de miel virgen (sin calentar), se deja reposar durante 12 horas; del jarabe resultante se toman cuatro cucharadas al día.
Lombrices, parásitos intestinales: Hervir en ½ litro de leche una cabeza de ajos, y tomar en ayuno, durante 3 días. Otro remedio: Comer el ajo crudo o mezclado con semillas de papaya.
Artritis: Machacar 25 g de ajo en trozos en 100 ml de alcohol de 96º, dejar en reposo durante 15 días; agregar al final 100 ml de agua. Tomar una gota el primer día e ir aumentando una gota diaria hasta llegar a 20 gotas. Descansar 3 semanas, y reiniciar la misma dosificación. Otro remedio: Comer al día varios dientes de ajo, aumentar progresivamente la dosis hasta consumir 10 dientes diarios. Descansar 10 días y reiniciar el ciclo.
Asma: Triturar 3 dientes de ajo y mezclarlos con jugo de limón. Tomar ½ vaso 3 o 4 veces al día, caliente o frío.
Luxaciones: Macerar unos dientes de ajo en aceite de oliva toda la noche. Masajear con este aceite la zona donde se sientan las molestias.
Callos: Mezclar 5 dientes de ajo, una pequeña porción de miel de abeja, agregar una porción de jabón corriente, más 3 ml de alcohol; aplicarse esta pomada todas las noches al acostarse. Otro remedio: Cocer 2 rodajas de cebolla y 2 dientes de ajo en muy poca agua durante 3 minutos, machacar los ingredientes; luego de obtenida una pasta, aplicarla sobre las callosidades, envolver con una gasa y dejar actuar durante 1 hora diariamente. También el ajo machacado puesto directamente sobre los callos favorece su rehabilitación y su desaparición.
Cáncer: Preparar enemas evacuantes a base de 4 dientes de ajo, 6 cucharadas de linaza molida y 4 cucharadas de café de grano, hervir en 2 litros de agua; pasar un litro y descansar 30 minutos y luego aplicar el otro litro. Repetir la irrigación cada semana hasta ver mejoría.
Dolor de oído: Ponerse en el oído un ajo caliente o asado.
Herpes: Preparar una infusión de ajo, candelilla, hierba de la golondrina y alcanfor; y aplicar compresas sobre la zona del dolor.
Fragmento de la obra “Remedios Doña Lupe”