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El desarrollo de un buen carácter
El buen carácter es aquello que regula el comportamiento de una persona y le lleva a hacer lo que es correcto en cada situación independientemente de las circunstancias.
El buen carácter motiva a hacer el bien aunque pensemos que nadie jamás se enterara. Es una motivación interna par hacer el bien, para hacer lo que es correcto, nace del corazón y es movido por la conciencia.
Las virtudes morales trascienden a la edad, la posición, la situación económica, raza, religión, educación sexo y personalidad. Son estables, no cambian con el tiempo ni con las personas. Las virtudes morales han probado sus beneficios para quienes las han practicado a través de los siglos y de las culturas, por esto son universales y por esto son guías seguras para una buena vida. Ante preguntas como ¿qué debo de hacer?, ¿cómo debo de vivir?, ¿qué es lo mejor para mí? La respuesta es la virtud.
La práctica de las virtudes en la vida es la manera de alcanzar el máximo potencial. Las virtudes hacen que una persona sea mejor hijo, mejor padre, mejor empleado, mejor vecino, mejor amigo, mejor profesionista, mejor ciudadano, en fin una mejor persona.
La felicidad depende de la práctica de las virtudes morales. Las virtudes morales son la base del buen carácter.
Para lograr un buen carácter debemos manifestar:
- Respeto, por uno mismo, por otras personas, la propiedad y la autoridad.
- Cuidado y compasión, buscar comprensión y reconciliación con otras personas, tratar a otros con compasión, generosidad y amistad.
- Responsabilidad, llevar a cabo nuestras obligaciones y tener un sentido de finalizar las tareas que hemos aceptado.
- Coraje, tratar de hacer las cosas difíciles pero que valen la pena.
- Integridad, estar dispuesto a reconocer cuando hacemos algo que no es correcto.
- Determinación, tener perseverancia y fuerza interior para lograr las metas propuestas.
- Dar, responder a las necesidades de otros sin esperar nada a cambio.
Fragmento de la obra “Enciclopedia de virtudes”. Autor: Pablo Zamora