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El perdón y la autoestima
Es de noche, la señora Yolanda se siente muy mal por haber ofendido gravemente a su hijo Jorge de diez años. En un arranque de coraje, le dijo:
– “¡Estoy arrepentida de ser tu mamá, mira las calificaciones de los exámenes, me da vergüenza que en la escuela me digan que soy tu madre!”.
Jorge se disculpó lo mejor que pudo y se fue a dormir a su recámara. Yolanda está molesta todavía, pero se siente culpable. No debió decirle eso a su hijo.
–“Pero es que ya estoy harta de que no cumpla en su escuela” - piensa con fastidio. Molesta se dirige a su cuarto, apaga la luz y se acuesta. Se mueve a cada rato; está inquieta y no puede dormir, trata de no pensar en su hijo y no puede. Sigue enojada, pero sabe que su hijo es más importante. Por fin, en un arranque de valor, se pone de pie y se dirige a la recámara de Jorge. El niño está leyendo en su cama. Ella se acerca y lo abraza y sólo alcanza a decir:
–“Perdóname Jorge, no es cierto que esté arrepentida de ser tu mamá. No podría estarlo. Perdóname por lo que te dije.”
Los niños olvidan rápidamente y para Jorge, es fácil decir:
–“Sí mamá, te perdono.”
Él y ella sienten un descanso, ambos podrán dormir tranquilos. Ha vencido el amor.
Enseñe a su hijo el valor del perdón y la importancia de saber ofrecer disculpas. Siempre vamos a ofender con palabras o hechos a otros, por eso, el perdón debe ser la compañía permanente para quienes aspiran a una vida superior. El niño con un alto nivel de autoestima puede perdonar y ofrecer disculpas sin sentirse devaluado, porque así fue educado.
El niño que tiene autoestima es una persona que sabe que su valor personal no se va a desmeritar por ofrecer disculpas, al contrario, esto es un rasgo de fortaleza personal.
Artículo: El perdón y la autoestima Sección: Crecimiento personal
Fragmento de la obra “Aprendiendo a ser buen padre”. Autor: Pablo Zamora.