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Los valores de una personalidad triunfadora
Una joven hermosa no es más que una muñeca de trapo si carece de simpatía, generosidad y de una conducta recatada y decente. Un joven talentoso, ambicioso, perseverante, será un fracasado si no combina estas cualidades con valores positivos.
Talento, belleza, creatividad, éxito no sirven de nada si no se fundan en valores. Los valores humanos son universales, en algunas culturas son más estimados que en otras, pero en todas las sociedades y pueblos son apreciados.
Algunos de estos valores son:
1.- Paciencia: Es la actitud que nos lleva a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien. Esperar con calma a que las cosas sucedan, si las cosas no dependen de uno hay que darles tiempo.
2.- Optimismo: Es tener una actitud mental positiva, tener la certeza de que las cosas siempre irán bien, a pesar de los problemas.
3.- Humildad: La humildad enriquece a quien la forja de un espíritu humilde. Valorándose y valorando a los demás es la mejor manera de engrandecer nuestro espíritu.
4.- Responsabilidad: Es comportarse y actuar correctamente, haciendo lo que queremos pero también haciendo lo que debemos.
5.- Disciplina: Es tener dominio de uno mismo, de sus actos, carácter y temperamento. La disciplina nos obliga a pensar antes de hablar, a razonar antes de nuestros actos.
6.- Empatía: Es la capacidad de ponernos en el lugar de otra persona, de comprender sus actitudes, fallos y errores. Al mostrar empatía nos preocupamos por las demás personas.
7.- Lealtad: Es nunca darle la espalda a determinada persona o grupo con el que se comparten lazos de amistad, honor y gratitud. Las personas leales son dignas de confianza para asumir responsabilidades.
Una persona con valores, que es leal, empática, honrada, disciplinada, responsable, optimista y constante está destinada indudablemente al éxito.
Fragmento de la obra “Aprendiendo a ser buen padre”. Autor: Pablo Zamora.