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Jean Paul Gaultier: una moda que provoca
Por más de 30 años Jean Paul Gaultier ha portado la bandera de “niño travieso” de la moda francesa. Es uno de esos diseñadores cuya personalidad vivaz se aproxima mucho a una caricatura, siendo eso su fuente inagotable de mercadotecnia.
Pero, ¿cuál es el distintivo de Gaultier? Podrían ser las rayas en sus camisas de marinero, el cabello rubio oxigenado de sus modelos o la brillante confección de sus prendas, o quizá destaca su tremenda irreverencia.
Sus costosas prendas con frecuencia extremas y provocadoras son difíciles de ignorar. Primero, porque le fascina abordar lo que considera “mentalidad tabú”; resalta el pecho de las mujeres y los glúteos de los varones con rellenos afelpados. Y segundo, porque es ese proceso de bromear y provocar lo que genera una gran publicidad y le reditúa alrededor de 50 millones de dólares al año a la compañía que también vende ropa “normal”.
“Lo que trato de hacer es provocar nuevas ideas sobre cómo unir piezas diferentes de diversas maneras. Creo que esta es una forma moderna de vestir prendas que por sí mismas son clásicas”, asegura Jean Paul.
Sus pasarelas siempre dejan a las personas boquiabiertas. Se le asocia con la lencería, los motivos náuticos y las apariencias andróginas. Gaultier nunca busca destruir, sino al contrario, siempre quiere unificar. Comparte una visión inclusiva que abraza diferentes razas, etnias y orientaciones sexuales.
Desde 1997, ha probado ante los demás y ante sí mismo que se merece el título de diseñador de alta costura y se ha convertido en uno de los preferidos de grandes actrices como Nicole Kidman y Marion Cotillard.
Si quieres echarle un vistazo a dos de sus presentaciones más polémicas no te pierdas los siguientes videos:
Pain Couture
Chic Rabbis
Fuentes: Voguepedia, The New York Times.
Por Mirna Uribe