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El poder de pronunciar “Te amo”
Cuántas veces pronuncias o escuchas “te amo”, “¿me amas?”, “¿si me amas podré…?” o “todo lo hago es porque te amo”, estos son ejemplos de muchas frases que solemos pronunciar o escuchar pero, ¿realmente qué significa decir “te amo”?
Las relaciones entre la personas son maravillosas y complejas, sobre todo cuando se tornan difíciles. Si en alguno de los implicados existen sentimientos negativos de dolor, frustración, coraje y principalmente cuando hacen aparición los celos, se vuelve una situación complicada, pero enriquecedora cuando se toma la decisión de crecer. Todas las personas necesitamos pasar por este tipo de situaciones porque detrás del dolor está la presencia del amor y de una experiencia que nos hace valorarnos como seres humanos.
La alegría del amor es dar sin esperar recibir nada a cambio, el amor es la más grandiosa manifestación de Dios hacia la humanidad y Él nos dijo “Os doy un nuevo mandamiento, que os améis los unos a los otros”. En este momento quiero invitarte a que medites, si en tu vida existe este sentimiento que hace que tu vida sea especial, tan simple que todos los seres pensantes estamos dotados para sentirlo, vivirlo y lo mejor es que podemos acceder a él cuando lo queramos.
Si vivimos en un mundo materializado donde los valores principales son el dinero y todo lo que éste puede proporcionarnos, entonces ¿eres importante o valorado por lo que tienes? Y por si fuera poco, el gran apego por las cosas que tenemos ¿tendrá cabida el amor a la familia? O ese amor desinteresado y completo hacia una pareja, ¿tú qué piensas?
El amor existe, es un regalo invaluable que Dios nos brinda a cada ser humano desde que llegamos a este mundo, lo sentimos desde que somos bebés, en las demostraciones de nuestros padres y conforme vamos creciendo aprendemos a expresarlo según nuestras experiencias. Cada quién decide como lo demuestra, siempre recuerda que cuando hay amor el miedo se hace pequeño.
Cuando valoramos nuestro ser, comprendemos que los problemas económicos, emocionales o cualesquiera que estés pasando en este momento, son muestra del amor tan grande que Dios tiene por ti, porque es una oportunidad para crecer y aprender. El amor puro no necesita buscar o pedir, pues es desinteresado y atrae para sí amor. El amor es generoso pues entre más amor damos más amor sentimos y recibimos.
Lo más grandioso de poder amar, es hacerlo simplemente, sin esperar recompensas, el mejor regalo está dentro de ti, en tu capacidad de amar, de amarte y de aceptarte como eres, para que puedas valorar el gran ser humano que existe en ti, de lo que eres capaz de dar y sentir en tu mente, cuerpo y corazón, y esa magia extraordinaria que ofrece el amor de Dios en tu vida.
El amarte y aceptarte como eres te da libertad, no tienes el miedo a la pérdida y control de los que amas. García Márquez escribió una frase que dice “Te amo, no por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo”.
Te invito a que inicies esta introspección en tu vida. Hazlo conscientemente y ponlo en práctica. Hazlo sencillo, el resultado únicamente lo calificarás tú. Nada existe en el mundo más sensacional que amarte y con tus acciones enseñar a otros a realizar lo mismo.
Sé desde hoy, un promotor del amor hacia Dios, hacia ti mismo y hacia tu prójimo, inicia agradeciendo, dándote un abrazo, regalándote una sonrisa y dándolo a cada persona que esté en tu vida o que conocerás. Dios bendiga tu camino y te dé la fuerza y sabiduría que ofrece el poder de amar.
Por Rocío Arce