Familia » Ser Padres
Las palabras y la autoestima
Ricardo creció sin escuchar muchas palabras positivas sobre él mismo, ya que sus padres no acostumbraban decir cosas buenas sobre sus hijos porque pensaban que éstos podían engreírse y eso sería contraproducente. Un día muy especial, Ricardo llegó a su casa con su boleta de calificaciones de quinto grado de primaria. Sus calificaciones eran perfectas, había logrado un diez en todas las materias. Al fin, Ricardo escuchó palabras de elogio de sus padres. Por fin podía sentirse alguien. Como un ser hambriento que encuentra comida, Ricardo encontró la manera para recibir palabras de aceptación que tanto necesitaba: los grandes logros. Valía la pena esforzarse estudiando mientras sus amigos de la colonia jugaban afuera, el reconocimiento de su padre merecía cualquier sacrificio. Naturalmente, su esfuerzo dio resultados. Continuó su costumbre en la universidad y pronto se convirtió en un ejecutivo de éxito. Se volvió un adicto al trabajo y sus relaciones personales sufrieron las consecuencias; sin embargo, alcanzó el éxito.
Cada vez que compraba algo nuevo, trataba de mostrárselo a su padre, queriendo decirle de esta manera que aún era alguien. Su insaciable sed de logros provenía de la falta de palabras de aceptación de sus padres. Sólo recibía palabras de aceptación por grandes logros, si no los alcanzaba, no recibía nada.
Los logros pueden motivar a una persona carente de aceptación personal, pero nunca pueden hacer que se sienta satisfecho. A Ricardo la falta de palabras de aceptación le ayudó a mantenerse en el camino del éxito, pero fuera de la senda de la vida y la felicidad.
Exprésele con palabras a su hijo(a) lo importante y valioso que es para usted, independientemente de los logros escolares o de cualquier tipo que pueda obtener. No utilice palabras de reconocimiento y elogios solamente cuando se obtengan resultados. Se debe alabar siempre el carácter, el esfuerzo, la disciplina, la responsabilidad, etc. y no enfocarse únicamente en los resultados.
Su hijo es valioso y único. Usted lo ama, no por lo que haga o deje de hacer, sino por lo que es como persona. Dígaselo siempre para que en su mente no quede duda alguna sobre ello. El niño que es bendecido de esta manera, tendrá una fuerte autoestima, la cual le ayudará a desarrollarse y ser todo lo que pueda ser.