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La adolescencia, el arribo a un mundo desconocido
El crecimiento y los cambios físicos que empiezas a experimentar se convierten en una preocupación diaria, constante, intensa; una preocupación que parece pasar inadvertida para los demás. Parece que los adultos solo están empeñados en señalar cuánto has crecido más de los brazos que de las piernas o que estás muy desarrollada físicamente y ya pareces toda una señorita. Como si nunca fueras a desarrollarte o que mientras a unos se les está formando un cuerpo atlético y estético otros continúan tan debiluchos y flacos ¡que parece que nunca lograrán crecer!” A veces te preguntas: ¿acaso ellos no pasaron por ahí, no fueron también adolescentes y tuvieron esos cambios?
Al adolescente realmente le preocupa lo que le está pasando, toda vez que se empieza a despertar en él la consciencia y el interés sobre su persona y su cuerpo. En las niñas el primer cambio es la aparición de la menstruación que consiste en el primer flujo de sangrado que indica que se encuentra físicamente preparada para reproducirse, para ser madre. Este suceso suele ocurrir entre los 11 y los 14 años. En los niños el primer cambio de tipo físico es la eyaculación, es decir, la primera erección de su miembro viril con la expulsión de semen, lo que indica que está preparado físicamente para engendrar, para ser padre; esto sucede entre los 13 y los 15 años de edad.
Aparecen igualmente los caracteres sexuales secundarios, el vello púbico, el desarrollo de las glándulas mamarias (los senos), la acumulación de grasa en las niñas. Mientras que en los niños se presentan alteraciones en el tono, volumen e intensidad de la voz, vellos en las piernas, en los genitales y en el pecho, así como el desarrollo de los músculos, a veces aparecen pecas en ciertas partes del cuerpo, y el desarrollo rápido de algunas partes del cuerpo como las piernas muy largas o los pies muy grandes.
Esta etapa constituye un problema para la mayoría de los adolescentes porque sucede de distintas maneras y en distintos momentos para cada niño o niña y trae como consecuencia trastornos tanto físicos como psicológicos y emocionales. Es necesario generar espacios en común con tus padres y sentir que ante todo ellos puedes apoyarte y guiarte en el arribo a este mundo desconocido que es la adolescencia.
Fragmento de la obra “Jóvenes de éxito”. Autor: Pablo Zamora