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Las tradicionales posadas
Se acerca el mes de diciembre y con él la Navidad y las posadas, estas fiestas populares que en México se celebran durante nueve días antes de Navidad, del 16 al 24 de diciembre.
En ellas se reúnen vecinos, la familia, un grupo de familias o la comunidad con un espíritu de alegría navideña para recordar el peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta Belén donde buscaron un lugar donde alojarse para esperar el nacimiento del niño Jesús.
Por lo que se puede concluir que las posadas tienen origen religioso. Las primeras posadas fueron muy religiosas y solemnes, se llevaron a cabo en el siglo XVI, cuando San Ignacio de Loyola propuso una serie de oraciones para celebrar la Navidad del 16 al 23 de diciembre.
Las posadas son amenizadas con cantos o villancicos, y se viven con emoción, alegría y amistad, sentimientos que siempre se respiran durante este tiempo. Las posadas tradicionales tienen ligeras variantes de acuerdo al lugar en donde se celebren y han ido cambiando con el tiempo, sin embargo los aspectos comunes más importantes son pedir posada con los villancicos tradicionales, rezar el rosario, romper la piñata, tomar ponche, velas, fruta, luces de bengala, cena y regalos.
Una parte de este festejo consiste en que algunas personas e invitados salgan de la casa y pidan posada en la puerta, coreando villancicos. Las personas que se quedan en el interior de la casa deben negar la posada obligando a los peregrinos a pedir posada dos o tres veces, hasta darles hospedaje, todo esto acompañado por los cantos tradicionales.
Otro momento divertido de las posadas es cuando se rompe la piñata repleta de dulces y fruta. Las piñatas tienen su origen en China, después pasaron a España y llegaron a México en el siglo XVII. Han pasado los siglos y las piñatas han conservado su atractivo, aunque los materiales que se utilizan para elaborarlas han cambiado, antes se acostumbraba forrar con papel una olla de barro para formar la piñata. Hoy en día son de cartón por lo tanto menos peligrosas para los niños.
Disfrutar de la Navidad y sus posadas es mantener vivas las tradiciones que nos forjan como mexicanos, tradiciones llenas de alegría, solidaridad y diversión.
Por Patricia Tapia Zatarain