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Primeros auxilios
Los primeros auxilios son medidas terapéuticas urgentes que se aplican a las personas accidentadas o con enfermedades repentinas, hasta disponer de tratamiento especializado. Se pretende aliviar el dolor y la ansiedad de la persona y evitar que se agrave su estado. A veces dependiendo de la gravedad de la situación con los primeros auxilios se evita la muerte. Las urgencias más frecuentes que requieren primeros auxilios son los accidentes en los que se produce asfixia, infarto cardiaco, sangrado grave, envenenamiento, quemaduras, golpe de calor e insolación, desvanecimiento, esguinces, fracturas y mordeduras de animales.
Éstas son algunas medidas de cómo se debe actuar en caso de que una persona requiera de primeros auxilios:
- Conserve siempre la calma, solicite ayuda y actúe de manera tranquila mientras espera la llegada de apoyo.
- No deje sola a la persona lesionada.
- Si se producen náuseas o vómitos gire la cabeza de la persona hacia un lado para evitar aspiraciones.
- No debe administrar alimentos o bebidas a la persona accidentada y mucho menos si está inconsciente.
- Si la persona no respira por sí sola habrá que ventilarlo desde el exterior mediante respiración de boca a boca hasta colocarle un dispositivo mecánico.
- Mantenga la cabeza de la persona accidentada al mismo nivel que el tronco excepto cuando exista dificultad respiratoria.
- En caso de una hemorragia grave, intente detenerla comprimiendo la herida con un vendaje o torniquete.
Es importante contar con un botiquín de primeros auxilios, en casa, en el trabajo o en el automóvil que incluya una guía de primeros auxilios, para estar preparados en caso de una emergencia.
Texto editado por Patricia Tapia Zatarain