Familia » Pareja
Afectaciones en la vida sexual por el asiento de bicicleta
Desde hace años, la bicicleta ha estado presente en la vida de las personas. Teniendo múltiples usos, ya sea como medio de transporte, para ejercitarse, para disfrutar de un paseo tranquilo o uno todo terreno.
Podemos encontrar diversos estilos de bicicletas, con diferencias estéticas y funcionales que pueden ser desde el tamaño y grosor de las llantas, el manubrio, la forma de la estructura, el material, la posición del freno y hasta el asiento.
Diversos estudios realizados en hombres que tenían rutinas en bicicleta aproximadamente de cinco horas a la semana. Planteaban que éstos podrían tener una disfunción sexual, un conteo menor de espermatozoides en el semen y una menor probabilidad de concebir.
Lo que ha sorprendido desde el 2006 en un estudio realizado por la Universidad de Yale, en Estados Unidos. Es que las mujeres ciclistas también sufren de una pérdida de sensibilidad genital. Y en otro estudio reciente de la misma universidad, reitera este entumecimiento, molestias y falta de sensibilidad genital.
Para los hombres, la razón es la constante presión ejercida en la zona del perineo, lo que viene siendo el suelo de la pelvis. Por lo que el asiento ideal es uno chato, que no tenga nariz.
En el caso de la mujer, tiene que ver también con la posición del asiento y del manubrio. Mientras más elevado esté el asiento y más abajo el manubrio, se obliga a tener una postura que presiona, crea un roce o inclusive un golpeteo en la zona del órgano reproductor. Entonces la recomendación es que el manubrio esté más elevado que el asiento.
Por eso es muy importante encontrar el asiento o cubre asiento de bicicleta que nos sea más cómodo y adecuado. Existen diseños con formas y texturas de gel que evitarán tanta presión. Además de la utilización de ropa adecuada, por ejemplo shorts de licra especiales para ciclistas.
Por Clarissa Rivera.